sábado, 19 de abril de 2008

Mara Desypris: Autorretrato y automercantilismo

Mara Desypris: Griega, fotógrafa, reconocida, guapísima. Pero guapísima. Una mujerona de estas que antes llamaban ‘mozaaaaa’ de pelo chocolate (mecha más mecha menos). Y con un libro hecho, en plan ‘Sex’ de Madonna, llamado Self-Portrait (Autorretrato), lleno de imágenes de si misma, peripuestísima en varias poses. La revista griega ‘Free’ la describe como ‘mujer de ojo masculino, comportamiento de niño y la imagen más femenina’.
Y me planteo: juzgando por las imágenes-muestra que ofrece Free, es bueno todo eso que tiene Desypris? Ejemplo:
Mara D. en un escueto bikini, justo bajo la superficie de una piscina, con las burbujas de oxigeno tapándole la cara. Involuntariamente, será por feminista demasiado tiquismiquis o por lesbiana, quien sabe, el ojo se va hacia este mismo bikini, estrechado al limite de su potencial elástico sobre las partes, con el músculo ------------------------- saliendo de forma muy, como lo diría yo, notable. Cara tapada, observen. No se porque, seré yo y mis paranoias, me da la sensación de cierta objetivizacion del cuerpo, lo que me sorprendería cero cantidad ya que la mujer antes de ser fotógrafa de renombre especializada en mujeres pre- o post- sexo era modelo (de renombre. Especializada en escenas pre- o post- sexo).

Otra toma enseña a Desypris montada sobre un corazón tipo San Valentín, dando la impresión de estar montando a un caballo salvaje con ganas de juerga y estar teniendo un orgasmo al mismo tiempo. No incompatible, supongo, pero algo que definitivamente no se hace enfundada en un escueto y feísimo vestido (pero ENANO) y con unos taconazos tipo club de alterne (rojos, muy abiertos, aguja, de los que se te salen por el talón). Y todo esto, en un entorno dorado y satinado y lujoso.

Otra: novia infantilona (solo cara) con la frente atestada, infestada de perlas y encajes en un complejo arabesco. Los ojos enormes y azules con expresión de reparo y vergüenza ante la noche de bodas (por alguna razon entendemos que en esta imagen la tal novia-niña no sabe casi ni lo que es la regla, aparte de un castigo de Dios por ser mujer y pecadora).

Sigo: vestida en un lujoso pero horrendo vestido negro-azul de gala, con una estola de piel sobre los hombros, con cara y cuello tapados por una mascara de gorila (esta foto es bastante buena, en todo caso. Aunque no me consigo decidir entre ‘objetivizacion’ y ‘negacion de estereotipo de la belleza’. Lo pensare y haré un post).

Y la que más odio de todas, una de las fotos, de hecho, que más detesto de este mundo mundial de la representación icónica: Desypris, montada literalmente sobre el pico del tejado de una casa de muñecas (con la casa de muñecas por debajo, claro). En un escueto traje de baño (cuerpo entero, gracias). Sus piernas no podrían estar más abiertas. Hay que verlo para creererlo, valga el tópico. Veo las ingles ultradepiladas, sin asomo de pelo; oh dios no, también veo los labios exteriores de la vagina. Ni rastro de pelo tampoco. Por favor, qué horror me esta dando esta vagina montada sobre el mismísimo pico del tejado rojo. Imagínense que hasta hay un rollito de algo blando (supongo) sobre dicho pico, para prevenir (sigo suponiendo) efectos dolorosos. Que cuando no se tiene pelo ahí no se recomienda montarse sobre picos de casas de muñecas.
Sobre los hombros tiene tirado un amasijo de flecos color salmón. Y en plan mascara de ojos, dos globos alargados (color rosa), que mi susceptibilidad feminista levemente radical me hace pensar en un segundo par de labios vaginales, como no teníamos bastantes… Ah, y una peluca larga y lisa, blanca. Sonrisita provocativa.

Mitsou se pregunta: esto del ojo masculino… ¿no parece que significa que una mujer es capaz de verse a si misma como objeto de deseo masculino? Que se puede ver a si misma como la quiere ver el hombre, genéricamente. Abierta de piernas y disponible, en un entorno infantilizado o ultralujoso. Como un escenario de peli porno pero de gran calidad.
Primero: Free declara que Mara D. encabeza la lista de mujeres que ‘no temen su dinamismo sino que lo ponen a primera línea’. O sea. Libertinaje. Sobre-sexualización. Demasiado enfoque al tal ojo masculino.
Segundo; me gusta lo que dice la misma Desypris sobre las mujeres (es decir, como ella) que desgraciadamente aun quieren seguir maullando en plan gatita del sexo. Eso es bueno. Reconocer el síndrome, quiero decir. Ahora, expresarlo mediante la supuesta ‘liberación sexual’ es decir, ir de suelta, no me gusta tanto. Que no es lo mismo disfrutar del sexo y aceptar tu sexualidad que ir por ahí invitando a ser usada.

Conclusión (demasiado poco pensada; me hace falta plantearme aun este tema porque hay mucha vertiente que no he considerado): la fotografía es arte, bien, pero no entiendo porque hace falta invertirse a una misma en toda tu desnudez (aproximada). ¿Por qué, realmente, dar tanta importancia a tu cuerpo, subrayando tu desnudez (aproximada), y tratar de expresarte a ti misma, a tu sentido de la estetica, o a tu ideal de imagen, mediante el voyeurismo artistico?

Esto es algo que todas nos deberiamos plantear. El cuerpo femenino como otro objeto invitante a la composición artistica, en vez de ser un cuerpo humano con su propia estetica y disponible al arte en su propio modo y no solo como objeto de sexo.

Esperen otro post sobre esto. La mujer en el arte.

No hay comentarios: